Batec.


Si me desvisto no será para que el frío me abrace otra madrugada de diciembre.
Si recorren mis manos esta piel que habito no será para llenar el vacío que el invierno ha dejado en mi cuerpo.
Es el calor, tu aliento, el que recorre en esta oscuridad el deseo que delimitan mis extremos, 
ángulos sedientos que buscan encontrarse fuentes desbordantes rozando mis pechos, 
el aire retorciéndose de placer desde mi ventana.
Catarsis, el éxtasis frenético que acelera el ritmo sanguíneo de mis ansias, 
mi desnudez apurando tu recuerdo, 
un silencio abrumando a la nada, abriéndome las piernas con prisas, con ganas. 
Y me devoras, tú y el tiempo,
la ausencia que me cubre las espaldas por las noches.
Me desatas la fiereza.
Me abandona la decencia,
puro deseo instintivo, animal,
estremecer hasta aborrecer lo mundano
si es el arte que nos habla,
si es la intensidad que nos grita
desde el otro lado de la cama,
debajo de las sábanas y nos deshace,
como me deshago imaginándote
encima de mi lecho
flores yermas renaciendo por tu boca,
luz infinita,
ambrosía,
y el destello de tus gemidos acelerando mi ritmo,
tu voz retumbando en mis compases, sientiendo la vehemencia de tu fuerza elevándome hasta el cielo.
No se consumen mis ganas,
lo hace la espera.
Yo te revivo en la soledad de la noche.

30 de septiembre, 2015.


Hoy la muerte camina con los pies descalzos,
hoy la muerte tiñe de negro nuestro cielo
y se cuela de lleno en nuestras almas.
Hoy, último día gris de septiembre,
muere el último destello angelical de mi infancia,
me abandona a mi suerte,
abre una herida en mi pecho
latente vacío que me evoca a la nada,
y el recuerdo se hace presente.
Un trago del café más amargo
antes de la noticia que presentía
mi cuerpo alterado.
No solo llueve sobre asfalto,
se esconde tormenta en la mirada.
Pero el chirriante sonido de los vagones,
el insaciable estruendo en los andenes
no consigue alejarme de mi duelo
y temo,
ante la inevitable caída del gigante,
el irremediable destino del desconsuelo.
HOY MUERE MI INFANCIA,
me sacude vorazmente la sesera,
y me dejo deshacer en la memoria
con la cabeza bien alta
para mitigar el golpe.
Pero ella merece más
que un par de palabras sucias
que ansían aliviar la amargura
que provoca su ausencia corpórea.
Menudo personaje, el: 
cien cañones por banda
y viento en popa a toda vela 
no corta el mar
(lo corta ella)
se desvanece frente a la fuerza de sus alas
Pero este sabor acre que deja
un viaje interminable
y una despedida a medias
no lo desgasta ni el beso más dulce
que unos labios jamás hayan dado.
Sigo,
por la paz que me traen su nombre
y su imagen,
tan ligados a mi niñez como las cerezas a mi tierra,
por encontrarnos de frente en el silencio,
en cualquier instante recóndito
que me lleve hasta ella,
que me lleve a encontrarla en mí.
Te sigo...


Es desvesteix el blanc enlluernador dels edificis 
que contempla la panoràmica del sense sentit 
des del seu balcó.
Em cedeix la imatge clarivident
d'una silueta envoltada de tentacions,
desenfocada,
que m'atreu al desig que em fa foc.
I partesc dels contrast de la llum dins la foscor,
la mort entregant-se al desprestigi
que suposa la imaginació.
I tornar de les restes de la pols,
del record sense dolor, 
de la dolçor amagada als plecs a qualque lloc del cor.
És el respecte a la ignorància,
la prova exacta
que demostra les pors.
La raó s'espanta.
I l'enrenou que m'allunya del seu cos
despullat sota l'aigua,
nú per la mirada,
inspira al silenci que incita a l'oblid del jo.

[Només un instant
em crema per dedins,
em perdo a un calaix,
imagina els meus dits]


Escrito a una musa perdida en mi diario.


El ser humano siempre ha soñado con volar y el viento...el viento, querida, solo incita a esa locura que nos sacia el ansia de libertad. El viento no se ve, se siente.
 "Lo posible, lo vulgar, el empezar caminar con los pies anclados al suelo..." son elementos monótonos que nos amarran con desdicha a la rutina, que nos obligan, con suspicacia, a observarlo todo desde una única perspectiva cuando vivimos sin saber que lo único no existe, solo es una propiedad de lo extraordinario. Y como todo lo extraordinario, dejarse llevar no se ve, se siente.
La tranquilidad para los adeptos, que en esta vida hay que ser amante, amante de la adrenalina, de la locura, de la sensación de plenitud que nos dan las pequeñas cosas (muchas veces, suspendidas en el aire). Amantes, entregarte al cuerpo que destierra el abandono, rehacerte en el matiz que inconscientemente busca la máxima expresión de la intensidad, el propio posesivo que encierra la esencia, pero sobretodo del alma que lucha insaciable por sentirse viva, porque la vida no se ve, se siente.
Por esa razón hay que vivir sintiendo, no sintiendo vivir, eso nunca es suficiente.

A UNA DAMA QUE ES PENTINAVA DARRERA UNA REIXA EN TEMPS DE VICENÇ GARCIA, BARTOMEU ROSSELLÓ-PÒRCEL (IMITACIÓ DEL FOC)


A UNA DAMA QUE ES PENTINAVA DARRERA UNA REIXA
EN TEMPS DE VICENÇ GARCIA
Amor, senyor de l’àmplia monarquia
que publica el clavell i el foc proclama
en l’ardor de la galta i en la flama
de l’exaltació que l’aire cria
 
els cabells de finíssima atzabeja
en el combat de vori que pentina
perú de lliris i de llunes mina,
ornament de les neus, dels ors enveja,
treu de la reixa, i que la saborosa
feina del bes, batalla graciosa
del córrer d’unes cames despullades,
deixi les verdes herbes alterades.
Oh desmai en les tiges onejants
de marbres, ceres, roses bategants!
Barcelona, 1935.
Em tornava la veu de la consciència,
una senyal rere altra,
una consecució d'alertes imprevistes que adelantaven.
Era la vida que em cridava en petites proporcions 
per advertir-me davant la obvietat.
Però jo tancava els ulls
i sentia el cor,
i aquell batec
insaciable
inaturable
inevitable
em sacsejava per dedins.
Delicte
d'aquell que sent a les entranyes
i jutja la incerteza de l'acte
sota la imposició de la raó
amagant 
dins les ferides 
la por a la dol(ç)or
Ingenu
aquell que es veu per damunt de l'ànima
i juga amb les xacres
dilatant-les amb precisió.
Un surt malferit després del doblegament del jo.


Un glop de la sang que batega


Enyor l'assegurança d'una pell incerta,
el despertar dels instints. 
Un glop de la sang que batega
i el nucli de l'enigma esclatant a les mans tremoloses de desig.
Enyor l'aigua de la seva mar
enfonsant els peus a terra,
fent contacte,
implacable en la conquesta,
i la seva sang bategant a les meves artèries.
Enyor el temps fugit
per la ignorància
per la importància de l'oblit de la reraguardia
I la llum arribant fins al fons de les ombres,
al racó amagat a la obliqüitat, 
a la indiferència de la gravetat de l'acte.
Un glop de la sang que batega,
i el vent desfent els murs de l'ànima
la imatge dels seus ulls trencant el rerafons de les paraules
una musa que mossega els llavis,
que desperta la pell
i un parell de kilòmetres distanciant l'ànsia,
un parell d'instants aturats al temps.



Una musa a finales de verano
se asoma en el reflejo de su mirada condenándome
al desquicio de sentirme fuera de mi pecho,
me seduce 
hacia la pérdida de la consciencia,
del control de mis sentidos,
me desata 
en los silencios desapercibidos,
en la derrota de la mediocridad
tras la cúspide invasión de su sonrisa
hasta el rincón más inóspito
de mi ser paralizado por la reanimación cardiaca
que provoca el sabor de sus labios
Ese instante de delirio cocainómano
abrazado por el frenesí 
mi boca reclamando su aliento
llamando a la sangre
Una musa a finales de verano
colándose en el desequilibrio potencial de mi sesera
abriéndose camino entre las flores yermas que descansan impasibles en mi jardín
arrastradas
ahora
por el torrente de agua fresca que emana de sus pies al caminar, 
con cautela,
por cada poro de mi piel
Y estas ansias de devorla por fuera
que me devoran por dentro,
que me sacuden las entrañas hasta que desatiendo al tiempo
y me alimento
de lo que me dice su voz mientras desconecto y me encuentro
atrapada en el espacio que separa nuestros cuerpos .
Una musa a finales de verano...
Dissolta, 
l'ànima, 
reprén el camí de fugida, 
recull els trossos que descansen a terra,
els records d'un mirall trencat,
i els aferra amb serenitat davant la incertesa d'una vida sense el gust agridolç que provoquen les seves descàrregues elèctriques.
Fred,
i el deixa delicadament al llit,
el mira disimuladament de reull,
l'envolta i li dóna la volta.
I què més dóna? Pensa l'ànima.
I m'aixec, 
jo, 
amb aquesta cosa que em penja del cor, 
que m'agafa amb força el braç 
per tal de recolçar-se
per tal de no recaure
i torn a col·locar-la al seu lloc.
M'aixec,
jo,
i entre un grapat de gent distorsionada
una musa,
un instant,
una llum,
un rerafons 
i la pèrdua de la conciència debota de processions.
Torn al llit, 
veig un moix amb el meu reflexe
arrastrant el mirall a la finestra
i el vent arrossegant la seva olor,
i el vent arrossegant...

Los días raros, Vetusta Morla



Solo necesito
que te quedes un instante más
entre mis costillas
para poder respirarte muy hondo
y sentirte en la piel
como te siento en los huesos,
resquebrajarme por dentro para volver a dejarte entrar en tu hueco,
besarte en la nuca
y que el silencio se apodere de tus actos 
como el viento me condena a la libertad.

Doble o nada, y fue nada.

Déjame decirte que esto no es una carta no enviada, que tu ausencia, como la cerveza, rubia, no me ha subido a la cabeza, que no me tiembla el pulso y el alma cada vez que una imagen tuya me viene a la retina, a la memoria. Mentira. 
Y es que tengo que empezar a acostumbrarme a no tenerte, a no buscarte para que no me duelas, y creo que te haces una idea, pero esta presión en el pecho, este vacío se me hace insoportable, es casi tan grande como lo nuestro. Mentira, lo es aún más. 
Y sigo sin poder dormir porque te has ido, pero no de mi sesera, sigues naufragando en mis venas, sigues dando tumbos entre las mismas cuatro paredes de siempre, pero ahora dejas un sabor amargo que me corta la respiración y me hace tiritar. Y este frío no lo cura el invierno, tan lejano como tú ahora, tan desolador como el recuerdo de aquella calle interminable que nos pedía quedarnos, que nos llamaba de espaldas y que llegó a su fin mientras te girabas por última vez para contemplar cómo me rompía, cómo esos pedazos que quedaban se iban por la alcantarilla arrollados por fuentes subterráneas que emanan de mis ojos. Y tenía el grifo cerrado.
Sé que no eres consciente, pero le pido a tu imagen incorpórea que no vuelva, que deje de arrancarme a cada instante todo lo que soy, todo lo que me hiciste ser, todo aquello que me salva. Que regrese, sí, pero cuando no me quite el aliento cada vez que hace presencia, porque el mantener la mente ocupada, como aquellos que dicen, no sirve de nada si en cada parpadeo me asaltas cuando voy indefensa, y ya no sé qué hacer si mi cuerpo, si mi carcel se empeña en atarme de pies y manos ante lo indecible que esconde el alma tras tu marcha. Solo tú, y el viento que pasa, eso no cambia, perdura en lo más alto de lo inalcanzable, de lo incomprensible, de lo irremediable. Y el viento pasa, pero ya no me lleva con él como antes, tan solo le da un respiro al duelo, una tregua a la batalla, y me abandona

Sorolls.


Es curioso como se comunican los insectos en verano,
suenan a escape de gas, 
a un té chirriando,
suenan a cascabeles, 
a una cabalgata de Navidad a principios de julio.
Es el intenso sabor al anhelo del invierno,
un amor imposible entre las cuatro estaciones
disgregando los últimos pétalos de la primavera.
Me escuece la herida que ignoré,
el sudor provoca efervescencia en los rotos de la piel.
Me siento insecto, 
me siento ruido desgarrador
intentando comunicarse en un idioma diferente.


Myself when i'm real



Déjame deshacerme entre las sábanas, entre compases, entre suspiros.
Y que el viento se lleve mi alma entre destellos de un amor fugaz que nunca pudo ser,
pero siempre quedará. 
Yo misma cuando soy real, y la incerteza de la realidad me desnuda frente al espejo,
y me encuentro de pleno con mi viva imagen,
¿Me encuentro?
Nunca dejamos de ser nosotros mismos,
y me desligo de mis sombras con ansias por vivir, por amar,
esquivando el deber de corregir los matices que crean escalas en blanco y negro (sombras) en mi personaje principal,
así que no me queda otra que recrear la escena en la que la propia vida se encarga de asesinarla sin piedad.
Acto final: sigo desnuda frente al espejo que me señala,
y nunca deja de hacerlo,
me oprime el pecho,
veo sangre derramándose en el suelo,
pero es sangre ficticia, como yo,
y cedo.


Caos

¿Notas el frío? ¿O está solo en mi cabeza?
Retumban, perdidas, las palabras en el silencio 
desvistiendo lentamente cada poro de mi piel. 
Y me encuentro desnuda frente al espejo ¿Me encuentro?
Miedo, a la incerteza de mi ser.
Todo me aferra, nada me ata. 
Y deshago con extrema delicadeza los cordones de mis zapatos, 
pero nunca fueron míos, nada tiene dueño.
Tormentas interrogativas que no hallan respuestas, algunas, escasas. Todas erróneas, 
¿Y qué no lo es?
Casualidad o desengaño,
pero el tiempo se me escurre 
y hay tanto por hacer que al final no hago nada.
Recuerdo recuerdos, y el destello, 
a lo lejos,
de una ilusión óptica, anímica de hace dos
(¿tres?)
veranos.
Pero ya no siento, aunque a veces tenga que volver a decirlo en alto
para que la muerte no se lleve el olvido.
Divago en un camino sin destino, sin retorno,
solo camino,
aunque a veces se me vaya la luz.
¿Quién eres?
Una imagen, un edifico en construcción, los planos de un rascacielos,
un águila sin horizonte, una liebre sin prisas.
¿Qué más da?
Aún no he empezado mi camino,
ese es mi consuelo.
¿Y ahora?
Ahora nada, 
el  tiempo, 
la brisa, 
un instante,
Marta,
y sigo, no pregunto,
asisto, callo y asiento.
Siento, a veces poco, a veces todo,
y la ausencia me abre la herida, 
¿Qué herida?
Reflejos de un ser autodestructivo.
¿Me consumo?
Lo intento.
¿Qué es la vida? 
Letras, palabras,
y lo plasmo en silencio, a escondidas,
como siempre,
y a veces me olvido.

Coba, Quintana Roo, México



Un enfoque diferente, 
un matiz, 
una calidez en el aire que te transmite, 
que te transporta, 
que te trastorna la jerarquía del pensamiento 
para dar paso a la imposición 
de una libertad anárquica sin objetivo de existencia, 
un torrente de energía vehemente 
que corrompe cada prejuicio implantado en la sesera, 
una duda, 
la pérdida del tiempo, 
y el cuerpo se difumina, 
se deshace, 
se desliga.
Lugares que echan raíces en el alma.


Lo que me enerva, Gloria Fuentes.


"Lo que me enerva es,
saber que estás de paso,
y aún así,
no acariciar bastante
atardeceres cuerpos,
risas,
manos,
muslos,
senos,
hombros,
brazos.
Y no acariciar bastante
la vida en vano."

En mi órbita Pizarnik. - Modificado


Detrás del espejo.
Esa imagen fría, distante, ciega...

Te puede tu nombre , no lo negarás,

Cuando te acaricia la desnudez de tu espalda con esa extraña delicadeza

con la que pintas los días tristes

en el dulce letargo de la primavera.

Calfreds de s'ànima, li diuen a la terra.

Ruptura del ciclo, te susurrarán los vientos.

Y vendrán los arrebatos de pasión desenfrenada

en la vehemencia de aquellas palabras sordas

que paulatinamente se deshacían

de delirante simbología trastornada.

Vendrá  la noche con su brisa árida

y abrasará con su perfume efervescente

el atisbo sutil del pétalo caído

sobre la escarcha huidiza de noviembre.

Un soplo cálido arrastra la madrugada y el devenir

a un impulso embriagado de efimeridad.

A veces no es tan malo no saber recordar.

Mejor,

mejor el silencio al grito incorregible que trata de liberarse,

voluptuosa masa insaciable de fiereza que desata los márgenes que la encierran.

Y el aroma suspicaz del pulso

desarmado

observando en el reflejo

el hueco vacío en la penumbra

que aún queda por llenar. 

Solo un instante más

y puedes actuar.

Solo precisas salir de ahí

y decidir,

porque puedes alumbrar,

El amor para ampliar

Y alimentar la flor que nace del verso.

Es tu libertad,

esa es mi fuerza.




Que de vegades em fuig del cap
la idea de sentir-me una mica viva.
Llavors sent l'irremediable instint
d'abocar-m'hi  dins la teva ànima,
de refugiar-me als teus racons inòspits
i em desfaig, 
com la línia visual difuminada que esvaeix la intensitat de l'horitzó 
quan es veu perduda,
confosa,
grimpant per la claredat distorsionada
de l'escala de matisos que disgreguen la blavor del cel, 
la puresa del teu blanc
precipitant-se contra aquesta riba traïda per la foscor.

"A MALLORCA, DURANT LA GUERRA CIVIL", Imitació del foc , Bartomeu Rosselló-Pòrcel


Verdegen encara aquells camps

i duren aquelles arbredes

i damunt del mateix atzur

es retallen les meves muntanyes.

Allí les pedres invoquen sempre

la pluja difícil, la pluja blava

que ve de tu, cadena clara,

serra, plaer, claror meva!

Sóc avar de la llum que em resta dins els ulls

i que em fa tremolar quan et recordo!

Ara els jardins hi són com músiques

i em torben, em fatiguen com en un tedi lent.

El cor de la tardor ja s'hi marceix,

concertat amb fumeres delicades.

I les herbes es cremen a turons

de cacera, entre somnis de setembre

i boires entintades de capvespre.


Tota la meva vida es lliga a tu,

com en la nit les flames a la fosca. 

Barcelona, setembre de 1937

Océano Elisabet, Órbita Pizarnik.


 A Elisabet              
6
"Ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
Ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
Ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe"
Y pasar desapercibida
entre las sombras de sus muertes,
escondidas en los pliegues de las rosas que habitan su jardín.
Pero a veces trae tormenta,
sin saberlo,
tras los matices que dibuja
la altura de lo opaco,
llevándote a naufragar 
con la calma de la marea 
a la inmensidad de su alma.
Que no temo el nombrarte
y llenarme la boca de felicidad.
Y qué alegría más tonta,
esta,
de saberte a mi lado 
y sentirte en mis adentros.

Árbol de Diana, Alejandra Pizarnik.
Anexión propia-

-Art, Es Balu-


Entre aquestes parets, 
dins d'aquesta muralla 
desfaré la meva ànima, 
obriré el meu ésser 
impermeable als efectes dels humans, 
despullat davant la força del vent, 
al contacte directe amb la meva mar,
faré brollar, 
com una font desbordant de llum 
des de què emanen les ferides, 
cada cicatriu pintada de foscor 
per encendrer-la amb la flama ardent del silenci.

Maldita literatura.


Y ahora retumba en mi pecho una sensación agonizante
que reclama aire, 
que suplica vida, 
que reinventa versos evocando a la muerte.
Ya no queda tiempo, 
ya no quedan ganas, 
ya no quedan alusiones a las palabras de Pessoa.
Ya no queda nada.

"Estimada Marta", Miquel Martí i Pol


Mira'm els ulls que cap fosca no venç.
Vinc d'un estiu amb massa pluges,
però duc foc a l'arrel de les ungles
i no tinc cap sangtraït pels racons
de la pell del record.
Per l'abril farà anys del desgavell:
set anys, cosits amb una agulla d'or
a la sorra del temps,
platges enllà perquè la mar els renti
i el sol i el vent en facin diademes.
Mira'm els ulls i oblida el cos feixuc,
la cambra closa, els grans silencis;
de tot això só ric, i de més coses,
però no em tempta la fredor del vidre
i sobrevisc, aigües damunt del somni,
tenaç com sempre.
Mira'm els ulls. Hi pots llegir el retorn.

Vuelve a llevarse estas palabras el viento.
desgarra la gélida brisa
que acaricia mi sueño,
que ensancha tu recuerdo.
Vuelvo a sentirte muy dentro. 
Esta sangre
 náufraga en océanos de tempestades
ha cogido la mala costumbre de izar la bandera del duelo
al echar su ancla en tu vientre. 
Ya no vuelan versos en el aire,
y la noche yace
irremediable
en la soledad del oscuro. 
El cielo,
esta inmensidad que castiga la mano astuta que golpea
insaciable
mi cabeza
ha decidido detenerse un instante
en mi ventana.
Y parece que ha dejado de llover,
o es que el tiempo ha trastornado mi equilibrio y me ha
(me he)
precipitado.
Ya no siento.  
La verdad innegable de caer se ha vuelto desierto.
Esta noche. Quédate.
Golpea más fuerte y podrás disparar desde adentro.
Estas venas mías ya no encuentran agua
y rechazan cualquier otro venendo.
Te quieren a ti,
o a tu dulce forma de quitarme el aliento,
de sacarme las entrañas y llamarlo libertad
como quien llama a comer. 
Aún me queman las heridas de tu fuego,
las escucho llamar al silencio cuando todo parece estremecer,
y se esconden en el fondo,
y se cubren de tristeza,
a veces pintan en el aire,
o desnudan sin decencia el alma de otra mujer.

Carta de Julio Cortázar a Alejandra Pizarnik,

París, 9 de septiembre de 1971.

Mi querida, tu carta de julio me llega en septiembre, espero que entre tanto estés ya de regreso en tu casa. Hemos compartido hospitales, aunque por motivos diferentes; la mía es harto banal, un accidente de auto que estuvo a punto de. Pero vos, vos, ¿te das realmente cuenta de todo lo que me escribís? Sí, desde luego te das cuenta, y sin embargo no te acepto así, no te quiero así, yo te quiero viva, burra, y date cuenta que te estoy hablando del lenguaje mismo del cariño y la confianza –y todo eso, carajo, está del lado de la vida y no de la muerte. Quiero otra carta tuya, pronto, una carta tuya. Eso otro es también vos, lo sé, pero no es todo y demás no es lo mejor de vos. Salir por esa puerta es falso en tu caso, lo siento como si se tratara de mí mismo. El poder poético es tuyo, lo sabés, lo sabemos todos los que te leemos; y ya no vivimos los tiempos en que ese poder era el antagonista frente a la vida, y ésta el verdugo del poeta. Los verdugos, hoy, matan otra cosa que poetas, ya no queda ni siquiera ese privilegio imperial, queridísima. Yo te reclamo, no humildad, no obsecuencia, sino enlace con esto que nos envuelve a todos, llámale la luz o César Vallejo o el cine japonés: un pulso sobre la tierra, alegre o triste, pero no un silencio de renuncia voluntaria. Sólo te acepto viva, sólo te quiero Alejandra.  
Escribíme, coño, y perdoná el tono, pero con qué ganas te bajaría el slip (¿rosa o verde?) para darte una paliza de esas que dicen te quiero a cada chicotazo.

Julio

"Este día y en este lugar", 
pero yo soy viento.


L'obscurité des eaux, Alejandra Pizarnik


Escucho resonar el agua que cae en mi sueño. 
Las palabras caen como el agua yo caigo. 
Dibujo en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis aguas, 
me digo mis silencios.
Toda la noche espero que mi lenguaje logre configurarme. 
Y pienso en el viento que viene a mí, permanece en mí. 
Toda la noche he caminado bajo la lluvia
desconocida. 
A mí me han dado un silencio pleno de formas y visiones (dices).
Y corres desolada
como el único pájaro en el viento.

Desolació, Joan Alcover


Jo só l'esqueix d'un arbre, esponerós ahir,
que als segadors feia ombra a l'hora de la sesta;
mes branques una a una va rompre la tempesta,
i el llamp fins a la terra ma soca migpartí. 
Brots de migrades fulles coronen el bocí
obert i sense entranyes, que de la soca resta;
cremar he vist ma llenya; com fumerol de festa,
al cel he vist anar-se'n la millor part de mi. 
I l'amargor de viure xucla ma rel esclava,
i sent brostar les fulles i sent pujar la saba,
i m'aida a esperar l'hora de caure un sol conhort. 
Cada ferida mostra la pèrdua d'una branca;
sens mi, res parlaria de la meitat que em manca;
jo visc sols per a plànyer lo que de mi s'és mort.

El camí de fugida.


Porta'm al rerefons dels límits, 
al ressò de la teva veu
Despulla'm l'ànima 
amb el teu crid ferotge a la natura
Desfes-me entre ombres nues 
i el teu tacte empressonat a la foscor
Crida'm! 
Mossega'm el cor
Esfreixura'm fins llevar-me tot l'aire existent al meu endins
Desgasta'm el cos 
amb els teus llavis 
plens d'històries que encara t'estrenyen la gargamella, 
i no et deixen respirar(-me)
ni estimar(-me)
ni sentir(-me)

Pero eres tú. Pero soy yo. (Baluarte, Elvira Sastre)

Es como si bailaras al son de una canción que detesto
pero eres tú,
y te imagino tormenta.

Es como si rezara a un dios en el que no crees
pero soy yo,
y te arrodillas.

Me arde en las manos este deseo de tocarte,
se me han deshecho los dientes, muertos de pena:
mi boca es un barrizal sin tu saliva.

Me duele el pecho por tenerte tan lejos dentro de mi costado,
me estoy enterrando en la zanja que nos separa
y creo que quiero seguir viva.

Si
go
res
pi
ran
do.

Y te pongo detrás
...para que me des impulso.

Lo cierto es,
mi jodido amor,
que mi futuro te sigue desvistiendo a dos manos,
que dejo la ventana abierta
para que olvides los portazos,
que no sé si me pesan las ojeras o el sueño
pero sigo tumbada al lado de tu hueco y me levanto tan dolorida,
mi bella muerte,
que mi madre no deja de preguntarme quién me duele
y no me entiende cuando le señalo mi garganta,
que necesito que me digas que no te vas a ir nunca
mientras te vas,
que necesito que me digas que te vas para siempre
mientras te quedas.

Pero salta,
bendita tristeza,
salta,
que no quiero que se te quemen las manos tocándome,
que te duela la piel bajo las mías,
que no soporto la idea de verte morir de pena
después de volver a hacernos en el amor
para después ser ceniza,
que tengo el pecho desinflado y pronto no cabrás
-y a estas manos les falta cobardía para rechazarte-.

Salta,
que llevo tus alas por bandera desde el primer día.

Mentirme era tan verdadero
cuando conseguía convencerte...

Te quiero tanto que quiero terminarte,
te quiero tanto
que mañana no podré hacerlo más.

La verdad a medias y la habitación a oscuras. (Esbozo)


Duelen los segundos que asfixian el aire dentro de las arterias
Duelen los gritos, los ecos de una voz lejana
que advierte ante el dolor
que desgarra ante el miedo
 Y te deshaces en los suspiros
emerges de las profundidades
para sucumbir a la inestabilidad de tu frío
y quema,
o arde,
pero no es lo mismo
Desmiénteme
Gímeme en el hueco estrecho
entre mi cama y tu desnudez
en el vértice diáfano por el que traspasa tu pureza
mi fiel y duro cemento
Rómpeme 
a cachitos pequeños
para poder tragar con rapidez la amargura
del sentir y no tener
o tener entre los versos
y desvanecernos en la suspicacia
del perfume de las rosas
marchitas, muertas de amor
por no poder entender amar 
a aquellos que lo intentaron
pero no lo consiguieron

Escena VIII, Acte II (Terra baixa, Àngel Guimerà)


MARTA (sanglotant rabiosa): M’han tractat com una pedra dels camins, que es fa anar amb els peus perquè rodoli! Mata’m! Mata’m!
MANELIC (subjectant-la, plorant): Marta! Ai, Marta!… Si jo no et puc matar, no, perquè t’estimo, Marta! T’estimo! I t’estimava des d’allà dalt, al pujar tu, que jo era un grapat de neu es va fondre mirant-te. I t’he estimat encara més al venir a trobar-te, pobre de mi, davallant a salts, com l’aigua del cims a ajuntar-se amb l’aigua de la mar, que diuen que és amarganta! Que ho siga, d’amarganta; que ho siga; ella atrau com tu m’atraus a mi; perquè et desitjo i t’estimo, Marta! (ella es vol desprendre d’ell amb energia bregant) i ara més, ara més; per… perquè no ho sé el perquè, ni em fa falta el saber-ho! Perquè m’has enganyat potser; perquè he sentit la calor de la teva sang; perquè t’he respirat a tota tu tot jo! I mira, per mi no ha lleis d’ací baix ni res que m’aturi, que els llamps i les mestralades m’han fet lliure, i vull, jo, perquè ho vull, besar-te i mossegar-te fins a l'ànima, i estrenye’t en mos braços ofegan-t’hi en ells, confonent en un afanys rabiós la mort i la vida, com a home i com a fera, que ho sóc i ho vull ser sempre home i fera, tot junt, tot, contra de tu i amb tu, i contra tothom, de la terra (La té a ella en sos braços mig desmaiada. Mira cap a la banda de la cortina i se l’emporta ràpid a l’altra banda en sos braços) I ara que me la vinguen a prendre! Ira de Déu! Que vinguen!

Terra Baixa, Àngel Guimerà.