Solo necesito
que te quedes un instante más
entre mis costillas
para poder respirarte muy hondo
y sentirte en la piel
como te siento en los huesos,
resquebrajarme por dentro para volver a dejarte entrar en tu hueco,
besarte en la nuca
y que el silencio se apodere de tus actos
como el viento me condena a la libertad.