El olor a café se infiltra en la memoria
y entre los libros vuelvo a encontrarte.
Es esta necesidad absurda de recordarte.
En el silencio he escondido tu imagen
y la oscuridad guarda tu nombre.
Allí te espero,
en los sueños que me aguardan a media noche,
en la locura, en secreto,
a oscuras, en silencio.