Callejear por las calles de Palma.


Ayer, 25 de Diciembre, 2012.
Es Navidad. Callejeamos por las calles de Palma, donde el silencio abundaba, pero a cada instante era interrumpido con carcajadas e historias, anécdotas que te hacían olvidar los problemas. 
Sí, fue un buen día.
Disfruté con todos aquellos temas que Kevin sacaba antes de que el silencio se apoderase del lugar en que habíamos llegado a parar tras haber caminado sin rumbo. Sinceramente, me encanta pasar el tiempo con él. Nuestros estilos son similares. Me fascina su vida, los lugares en los que ha estado, lo que ha vivido en ellos, lo que ha sentido, es apasionante. Lo veo como un gran amigo, que me puede aportar mucho como persona.
No solo estuve con Kevin, nos acompañaba la que puede ser la persona más importante, un apoyo fundamental para mi, Tahi, mi Tahi, mi mejor amiga.
Anduvimos los tres por las céntricas pero desoladas calles y callejones de Palma hasta volver al mismo lugar de donde decidimos encontrarnos al comienzo de la tarde, y nos paramos a disfrutar de una taza de café en la terraza de un bar en la misma Plaza España.
Después de esa breve pausa, fuimos a sentarnos al húmedo césped del Parque de Ses Estacions, mientras compartíamos animadas conversaciones con la movida madrileña de fondo. Fue una gran tarde con esas dos maravillosas personas que se han convertido en indispensables en mi vida.