Anhelo de lo que dibujamos como primer amor (13/11/2014)

Recuerdo cuando andabas con paso firme y desnudo sobre la arena, y la piel desvestía tu cuerpo mientras el sol lo acariciaba con ternura. Anhelo tenerte entre mis brazos y sentirte a morir, estremecer al respirar y respirar para consumirme en el aire que succionan tus pulmones, ese que tantas veces me falta. Y es que extraño el ir y venir de tu sonrisa alborotando mi calma, descolocando los papeles del cajón y poniéndolos al día.




A veces me desvanezco en el recuerdo y me deshago con la corriente que transforma el viento, con los quizás y todas esas palabras que crean disturbios en las calles de la utopía.
Aún no sé si sigo viva. Solo los pinchazos letales que acoge mi esternón confirman que no he muerto, que sigo respirando. Pero este oxígeno no es el nuestro, ni tampoco el tiempo que decidió abandonarnos en la carrera, ni la luz que se filtra creando sombras. Entonces tuvimos que ceder. No quedaba otra, solo silencios y vacíos que devoraban mis entrañas por dentro.

13 de noviembre de 2014.