Olvidarte.



Es demasiado extraño. Noto una presión en el pecho capaz de hundirme el corazón. Tal vez por ser la primera vez, tal vez por ser una estúpida al pensar que entre nosotros podía haber ocurrido algo, pero todo eso desaparece, se esconde, desvanece. Todo era perfecto, idílico, al hablar con él, una parte de mi mente imaginaba mil formas de quererle, de dejarme querer, mientras la otra luchaba por hacerme ver la realidad,  recreando el sufrimiento de la gente cuando les rompían el corazón. Estaba confundida. Había creado un muro a mi alrededor , infranqueable, pero no lo suficiente. Su sonrisa , su voz, el perfume de su piel, su mirada. Cada vez que mi ojos se cruzaban con los suyos, mi mente se bloqueaba, era incapaz de pronunciar palabra, y el silencio inundaba el lugar. Notaba como pequeños escalofríos recorrían mi cuerpo, y mi cabeza imaginaba lo fácil que podía ser levantarme, mirarle fijamente, y robarle un par de besos. Pero la realidad era distinta, el miedo se apoderaba de mi mente. Fue posible hacerlo real, tal vez no, pero tenía miedo, y ahora me castigo al pensar que por mi culpa perdí esa oportunidad. Ahora ya es tarde, demasiado. Puedo esperar, sí, pero, ¿Qué gano? ¿Sufrir más? Pero la pequeña posibilidad que existe, me impide olvidarle, pasar página. Está en mis pensamientos, en mi sueños. Cada vez que cierro los ojos, le veo, le imagino al lado mío, imagino mi sonrisa provocada por la suya, regalándome sus besos entre risa y risa. 
La única alternativa que encuentro es hacerme más daño, para convencerme de olvidarle. Repaso todas su fotos, con ella, sus besos plasmados en fotografías, sus conversaciones, donde afirman lo mucho que se quieren. Me estremece el corazón, se encoje, y sin pensarlos, sin quererlo, mis ojos se inundan de lágrimas, que recorren mi tez, precipitándose hasta caer al vacío.
Era todo tan fácil antes de conocerle. Las típicas preocupaciones de la juventud, sin importancia alguna, era lo único en que podía preocuparle a mi razón. Y ahora, en tan poco tiempo, sin darme cuenta de como ha ocurrido, todo ha cambiado. De pronto aparece, y lleva todo mi mundo a otra latitud, cambia el sentido de mi vida, se convierte en el objeto de mis pensamientos.
Miro hacia el pasado, y no entiendo como pude cometer ese error, tenía claro que jamás iba a permitir que me ocurriese algo parecido, sin embargo, sucedió. 

Lista de reproducción aleatoria- Pista 11


Música en vena, letras impregnadas con tinta indeleble en la piel, las notas memorizadas en la cabeza, esa dulce, precisa, perfecta voz, repitiéndose una vez trás otra en mi mente. 
Cada ritmo me recordaba alguna experiencia de mi vida deseando ser revivida mientras, algún deseo aparece por mi mente, desesperado por hacerse realidad, por convertir la mentira en verdad, como cuando mi mente imagina tus labios acercándose lentamente a los míos, y antes de unirlos, me sonríes, tu mirada se clava en la mía, me observas fijamente, y acaricias con las yemas de tus dedos mis brazos, deslizándolos desde los hombros hasta las manos, que entrelazas con las tuyas, y mientras eso sucede, mientras todo mi cuerpo tiembla, tú, decidida, no lo dudas, y te avalanzas hacia mis labios para robarme uno, dos, tres, cuatro o los besos que tu quiesieras porque, indefensa por tus encantos, daría la misma vida si tu me lo pidieras, en ese mismo instante, sin dudarlo si quiera. 
Y es al darme cuenta de que eso puede llegar a ser imposible, por mucho que me quiera engañar, que todo es fantasía, nada real. Y mi mundo se derrumba, pero en silencio, acostumbrado ya a la rutina del vivir sin ti. Y la música aumenta su volumen. Tan fiel como siempre. La mejor droga de todas, incluso mejor que tus besos porque, es con la música con quien celebraría que ese ansiado momento se haya producido, mientras lo reproduzco a compás de las notas que forman la mejor de las melodía que en ese instante haya podido encontrar. Pero no, tus besos serían el equivalente a alcanzar el nirvana, el éxtasis, el todo o la nada, y dudo que haya nada mejor que eso.
Pero música, mi música, mi indispensable y amada música, que me ayuda a sobrellevar, a sobrevivir sabiendo que esos besos que no tube, no tengo y no llegue nunca a tener pertenezcan a otra. Que sea otra su dueña, dueña de ti, de las noches, de tus noches y tus días, la razón por la que late tu corazón, por la que sonríes, por tener todo eso que yo tanto deseo, y sin embargo no puedo tener.
Y otra vez reaparece la música, que con sus ritmos me hace olvidarte, me enloquece, y mi mente pierde el control sobre mi cuerpo. Esos minutos que me devuelven la vida, minutos que saben a gloria, pero tan solo minutos, minutos que, comparados con los miles de recuerdos mucho mejores que podemos llegar a tener, no son nada.
Pero es aprender de esta experiencia, madurar, no ser vulnerable, y prevenir próximas situaciones similares a estas, esto solo me hace más fuerte, y una caída no me hará abandonar, me levantaré y  seguiré caminando como si nada hubiese pasado, como si de un sueño se tratase, y al despertar no recordase nada.

Lista de reproducción aleatoria-Pista 11.

Me siento viva en un mundo de muertos.

"Me siento viva en un mundo de muertos"
Tal vez sea magnificarlo, exagerarlo, pero tal vez sea la verdad.
Desde pequeños nos enseñan unos valores, una ideas, nos conducen, nos guían al principio del camino que se supone que es el camino bueno, pero nadie se para a pensar si es lo que realmente quiere, lo que siente, y con esa filosofía nos desarrollamos. Empezamos a no necesitar ese apoyo que nos han brindado personas que nos quieres, maduras en la mayoría de los casos, que solo miran por nuestro bien, y ahí empieza el peligro, el peligro de dejarnos influenciar por las opiniones de los demás ya que,   no nos han dejado tener nuestras propias ideas cuando nos estábamos formando, no nos han dejado luchar por aquello en que creíamos, y automáticamente nos convertimos en "monos de repetición". Seguimos formas de vida, adquirimos creencias que realmente no sabemos si creemos, seguimos tópicos, cánones que tenemos al rededor y que creemos que son los acertados, y tal vez no lo sean, pero somos vulnerables, esta sociedad nos ha hecho vulnerable, nosotros hemos consentido que nos hagan vulnerable, y la gente no se da cuenta, pero en muchos casos, ya es tarde para abrir los ojos, y darse cuenta de la realidad.
Realmente me siento una privilegiada pese a que las dudas inundan mi mente, pero ciertas cosas las tengo claras.
Miro a mi alrededor, y tan solo puedo apreciar falsedad, despotismo, egoísmo, ignorancia, incultura, inmadurez, tantas cosas que dan lástima al ver que no se puede hacer nada para remediarlas. La juventud actual se basa en eso, y se ha demostrado, adquieren una idea, una opinión, y ni tan solo se preocupan en verificarla, o buscar información sobre ella, por el simple hecho de que sea la "moda", lo que se "lleva",y lo adquieren como filosofía. Me repulsa esa idea, y pese a que yo pertenezca esa nombrada juventud, yo tengo una ideas claras, y las mantengo, no la cambio cada vez que la gente se cansa de las suyas, y buscan alternativa por que esa etapa, ese periodo en que habitaba esa idea masiva, ya ha desaparecido, y sí, yo si me he preocupado de recabar información acerca de ella, he pedido opiniones a gente madura que me rodea, me quiere,y me ayuda, mis opiniones, mi forma de pensar, rompen los esquemas de la sociedad actual, basada en la mentira y en la ignorancia de la población.
En estos momentos, la situación de mi país es denigrante, está al borde de un precipicio, al borde de un abismo, roza la locura toda la situación que se ha provocado en tan poco tiempo, y gente inmadura como la que he nombrado antes, lo único que consiguen es impulsarlo más a caerse, ¿Eso es lo que realmente quieren? Muchas preguntas de ese estilo rondan mi cabeza, que la mayoría de las veces ni nombro por miedo a la respuesta.
Somos más que todo eso, somos privilegiados por poder tener nuestras propias ideas, nuestra propia filosofía, nuestra propia forma de pensar, y eso lo tenéis que tener en cuenta, valorad eso. Paraos a pensar en toda esta situación, y lo que vuestra mente piensa en realidad, escuchad esa voz que os grita ansiosa en vuestra cabeza que la escuchéis, darle esa oportunidad